viernes, 17 de enero de 2014

reflexiones y consideraciones con respecto al estado de la investigación actual en diseño.

SEMINARIO EN INVESTIGACION I. FECHA AGOSTO 23
DOCENTE: Ph. D. ADOLFO GRISALES
ESTUDIANTE DI. FELIX CARDONA
INFORME DE LECTURA 1 Investigación y diseño: reflexiones y consideraciones con respecto al estado de la investigación actual en diseño. Miguel Ángel Herrera Batista 
Los factores que han hecho que el DISEÑO aun tenga ciertas ambigüedades frente a su episteme, se da por el hecho como lo señala Herrera (2010) de que el diseño nace gracias a las actividades relacionadas directamente con la revolución industrial y se inicio con esta, puesto que desde este momento se empezó hablar de producción de objetos de manera masiva.
Este enfoque cambio la manera de relacionarlos con nuestro contexto, puesto que ya no se creaba el objeto único, ya no se era creador de las herramientas, útiles, objetos de uso, etc… todos los  individuos dejaron de ser sus propios proveedores, se convirtieron en consumidores, en  cuanto que el consumo es “el conjunto de procesos socioculturales en que se realiza la apropiación y los usos de los productos” (García Canclini,1999:34).
El consumo, se convierte entonces en la práctica sociocultural donde se construyen significados y sentidos del vivir, lo cual define los comportamientos sociales, sobre los cuales los creadores a través de la tecnología, proyectan los objetos de la mejor manera posible, tanto desde su función técnico practica, como desde su función formal estética, pasando por la simbólico comunicativa (Quarante, 1992).
De manera que se presenta un proceso de reconciliación entre el arte y la industria, como lo muestran los objetos que surgieron de los movimientos Arts and Crafts de Inglaterra, el de la Union Centrale des Arts Decoratifs en Francia y las escuelas de la Bauhaus y la de Ulm en Alemania, que lograron sistematizar de mejor manera este proceso desde sus contextos específicos, con lo cual “contribuyeron de manera definitiva en la concepción actual del diseño” (Herrera,2010)
Una concepción que nunca ha sido unánime y desde cada creador, movimiento artístico, nueva tecnología, cada país o cada institución educativa, por nombrar algunos de los posibles factores de injerencia de este proceso, surgieren cada uno aportes que no permiten consolidar una teoría del diseño, se dio por tanto una construcción de discurso del diseño soportado desde estas múltiples visiones y aportes, sin consolidar una marco teórico propiamente dicho.
Así, la búsqueda de una metodología única fue una constante para superar esta etapa de discurso (Bonsiepe, 1999) y consolidar un cuerpo teórico que permita elevar al diseño como ciencia para y desde la cosmovisión moderna, en la cual todo debe verse desde lo cuantitativo, lo racional, con metodología única, replicable que garantice siempre resultados óptimos, que permitan consolidar una “disciplina académica capaz de auto-construirse a partir de la investigación científica” (Herrera, 2010).
Pero esta visión se ve truncada, primero, porque esta cosmovisión cambio, y el postmodernismo permite que la ciencia sea entendida, comprendida y creada a partir de lo no cuantitativo, lo cualitativo adquiere valor de objeto para la ciencia, por lo cual el diseño a pesar de querer concebirse como “una actividad sistemática y rigurosa que busca la generación de nuevos conocimientos, que sean confiables, válidos, verdaderos y verificables”  (Herrera, 2010 ).
Por lo cual definir una metodología única que permite la investigación en esta área del conocimiento o disciplina académica resulta muy complejo, sin embargo, los intentos no son pocos y ejemplos de ello son los expuestos en el documento de Herrera () la MGPD y la DRM, que sin embargo y en términos esenciales de la disciplina se reducen al establecer los Determinantes del diseño, o el acto de sistematizar los factores incidentes en el desarrollo del proyecto desde las esferas normativas, políticas, económicas o ambientales.
Para a partir de estos, y basados en el estudio de áreas que competen a la disciplina establecer los parámetros de diseño desde las perspectivas antropométricas, fisiológicas, sociológicas, tecnológicas, técnicas, contextuales y las que el diseñador considere según la complejidad del proyecto del diseño.
El cual se define desde una metodología rigurosa, en la construcción de los requerimientos de diseño, que es la relación de la información apropiada a partir de los determinantes y la definición de los límites de realización del proyecto, los parámetros, con el aporte que cada diseñador desde su visión da al proyecto de diseño (Quarante, 1992).
Y es desde el entender y aplicar esta metodología que podemos ver el diseño como una actividad que requiere de investigación, o lo que Herrera cataloga como Investigación para el diseño, en cuanto que la definición de sus productos se da en la medida en la que se comprenden los ambientes en los que se desenvolverán, de allí que se den procesos investigativos desde el sector industrial, para la definición de los mercados objetivos que garantice en cierta medida éxito financiero, luego de haber una inversión desde los  productores, los diseñadores y los comercializadores.
Igualmente como una investigación desde el sector social, o investigación sobre el diseño, la cual indaga sobre el concepto de cultura material que define la manera en que los productos industriales se conjugan con las prácticas cotidianas de las personas, adquiriendo usos y significados, evidenciando la capacidad de los objetos para materializar las prácticas sociales, pues a través de sus procesos de compra, uso y eliminación, se comprenden como registros de las formas de vida a través de las cuales los individuos participan de los ritmos y valores de la colectividad a la que pertenecen (Sanín, 2008).
En este caso, no seria muy apropiado hablar que este tipo de investigación sea solo desde ámbitos de la sociología, la economía u otras disciplinas que abordan el fenómeno del diseño como objeto de estudio (Herrera, 2010), si no que debe ser un interés primordial para los diseñadores, pues son los que establecen hoy en día, la cultura material de las sociedades.
Y una investigación desde la academia, que podría cobijar la categoría de Herrera (2010) como la investigación a través del diseño, puesto que es la llamada a establecer desde los nuevos enfoques de la pedagogía, la investigación y la proyección social como sus funciones esenciales, un trabajo transdisciplinario, que permite definir detalladamente la práctica del diseño y el rigor metodológico y científico que se puede realizar desde otras disciplinas.
A partir de lo anterior, se referencia un estudio realizado en 2009 por  Business Week sobre las 60 mejores facultades de diseño en el mundo, en el cual se indica que en principio que abundan las instituciones con un número relativamente pequeño de estudiantes, en donde se dan ciertos perfiles claramente identificables, que permiten ahondar en investigaciones para, de y a través del diseño (muy al contrario de lo que sucede en el caso colombiano).
Como las escuelas de diseño con perfil en negocios internacionales (formación de diseñadores ejecutivos de alto nivel), en diseño de interacción con base en las artes visuales, diseño de interacción con base en el desarrollo de software (en los Estados Unidos, Escuelas patrocinadas por Microsoft) y perfil de eco-diseño (la brasilera ESDI)
Se encuentran además escuelas de diseño con Centros para la Investigación incorporados, (especies de incubadoras de proyectos empresariales de base tecnológica, aplicada al diseño) generalmente apadrinadas por una o más corporaciones privadas (en esta figura lo importante es garantizar un amplio presupuesto) que dan aliento a los procesos de investigación y conexión con el medio.
En cuanto a formación posdoctoral en Diseño Industrial solo existen a la fecha dos opciones educativas en el mundo; Imperial Royal College of Arts en Inglaterra y el Politecnico di Milano, en Italia. Resulta interesante que esto se dé en los países que tal vez expresan mejor los polos conceptuales por los que tradicionalmente se ha visto definido el diseño; el aspecto netamente industrial (recordemos a Inglaterra como cuna de dicha revolución) donde sobre abunda el modelo de diseñadores recién graduados que prontamente constituyen pequeñas empresas para la manufactura de sus productos para ellos mismos comercializarlos a partir de la imagen alternativa de sus marcas, y por otro lado,  el aspecto plástico o de exploración de la forma, la comunicación y el estilo como estrategia para potenciar las ventas del producto, donde el diseño italiano ha llevado la batuta.
Muestra también del fenómeno global y expansivo del diseño, y en especial, de la investigación académica en diseño, es el aumento de suscripciones a las revistas especializadas en la materia; tal vez la más tradicional de ellas, Design Research News, manifiesta haber incrementado las suscripciones desde 1990 a 2007 para tener a la fecha más de 7500 lectores, notorio si se considera que en 1990 ese número ascendía tan solo a 1500 suscripciones (Friedman, 2007)
Es importante destacar que el año 2005 posee un referente obligado para poder hablar de un ambiente global propicio para hablar de investigación en diseño, pues es en ese año donde se fundan IASDR (International Association of Societies of Design Research) por el Instituto Chino del Diseño (CID), la Design Research Society (DRS), así como la Japanese Society for the Science of Design (JSSD), y por último la Korea Society of Design Science (KSDS) siendo pues evidente la acogida que viene obteniendo el enfoque científico del diseño en el Asia.
Entre las publicaciones periódicas y revistas de carácter indexado que se pueden citar se encuentra la tradicional  Design Studies (fundada en 1979), Design Issues (desde 1984), el Journal of Design History (desde 1988), Design Management Review (nace en 1990), el Design Journal (desde 1998), el Journal of Design Research (desde 2001), CoDesign (2005), Artifact (2006), y Design Research Quarterly (desde 2006) por citar algunas.
Igualmente es necesario llamar la atención sobre el incremental peso de los denominados Pseudo Professionals y/o Dummies, personas sin formación académica en el sentido más ortodoxo, pero que gracias a la abundancia de material de estudio por los libros digitales, las páginas web, los videos, el sistema open source, etc.. y sobre todo, el poder capacitador sin fronteras de las comunidades virtuales en el entorno de la cibercultura, pueden acceder al conocimiento disciplinar casi sin límite alguno, siendo llamativa la legitimación que se hace de su presencia en los concursos y eventos de diseño.
Ahora bien, tanto para amateurs como para profesionales, la calidad inexpugnable otrora concedida al conocimiento como fin último a entrado en serios cuestionamientos desde la crisis de la modernidad; más bien resulta de interés la contundencia, calidad y la suficiencia con que eventualmente  dichos actores intervienen en dichos certámenes frente a sus homólogos profesionales (Vogel, 2005).
Ello deviene en un llamado de atención para la formación tradicional de los diseñadores, ya que pueden incorporarse con mayor fuerza las prácticas de interacción en comunidades virtuales multiculturales dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje (Lessing, 2004).
Como en el caso de los entornos académicos con un claro perfil investigativo como los establecidos en el MIT (Massachuset Institute of Technology) el cual dispone de los teóricos en Mind Design (Diseño de Mente), en el campo de la cognición, de la inteligencia artificial, el biomorfismo y el Diseño de Interacción, dando cuenta una vez más de los procesos transdisciplinares que emergen cada vez con mayor potencia y que invitan a la conjunción con otras disciplinas.Dando como resultado escenarios contemporáneos en investigación para el diseño en donde la preocupación central es el ser cognoscente que actúa con objetos que no tienen presencia física.
En esta sugestiva situación y en vista del acortamiento de distancias que hacen otros sectores de la sociedad respecto de los profesionales del diseño, se abren nuevos campos de estudio transdisciplinar que implican niveles de formación, alcanzables únicamente desde un método multi e interdisciplinar que establezca diálogos del conocimiento.
Así, se podría entender la necesidad de elevar al diseño a la categoría de ciencia con un marco teórico sustentado en la investigación hasta ahora desarrollada bajo tres fases superpuestas: la experiencial, intelectual y experimental. Con lo cual se puede concluir que el diseño es una ciencia en construcción, pero que su consolidación depende del rigor y seriedad con la que se lleve a cabo el trabajo de investigación que permita su reconocimiento ante la comunidad científica (Herrera, 2010).
Por otro lado, permitiría definir al diseño como la ciencia que aporta a la sociedad mejores calidades de vida, pues el buen juicio que se haga sobre sus creaciones desde la aplicación metodológica científica definirá si el “diseño estará a favor o en contra del bien social” (Papanek, 1971:57), teniendo en cuenta que “habitualmente funcionan dentro del sistema de producción, distribución y consumo, cuyos componentes rara vez están bajo su control. Si bien la ética personal es el punto de partida fundamental de la estrategia de acción de cualquier diseñador, muchas veces los diseñadores deben actuar dentro de esferas de poder cuyos parámetros son determinados por otros” (Margolin, 2006:16).
Referencias:
Bonsiepe, Gui en http://guibonsiepe.com.ar/guiblog/category/design-discourse/
Business Week (2009) http://www.businessweek.com/interactive_reports/ talenthunt.html
Friedman, Ken. (2007) Design Research News. Editorial
García Canclini, Néstor (1999) “El consumo cultural: una propuesta teórica”. En: Guillermo Sunkel (coord.): El Consumo Cultural en América Latina. Colombia: Convenio Andrés Bello.
Lessing, Lawrence.(2004) Free Culture. How Big Media Uses Technology and the Law to Lock Down Culture and Control Creativity. The Penguin Press 2004
Margolin, Victor (2000) "Building a Design Research Community," En: Design Plus Research: Proceedings of the Politecnico di Milano Conference, May 18-20, 2000, editado por Silvia Pizzocaro, Amilton Arruda and Dijon De Moraes. Milan, Italia

Margolin, Víctor (2006) “El ciudadano diseñador”. En Revista Tipográfica 73. España

Papanek, Víctor (1971) Diseñar para el mundo real, ecología humana y cambio social. Madrid España: Blume

Quarante, Danielle. (1992) Enciclopedia del Diseño Industrial. Vol 1. Barcelona España:CEAC

Sanín, Juan D. (2009) Responsabilidad sociocultural del diseño en los procesos de construcción de la memoria colectiva de las naciones En http://www.DisenoLA.org Organización Latinoamérica de Producción Intelectual en la disciplina del Diseño.


Vogel, Craig M. (2005) The Design of Things To Come. Warton School Publishing 

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