SEMINARIO: EN
ESTUDIOS TEORICOS I. FECHA SEPTIEMBRE 20
DOCENTE: GUSTAVO
VILLA
ESTUDIANTE: FELIX
CARDONA
REFLEXION:
ENCUENTRO TEORICO EN ESTUDIOS DEL DISEÑO:
ANTROPOLOGIA
DEL PROYECTO
Como
hilo conductor de las exposiciones hechas se hace necesario partir de la noción
clásica de la filosofía donde el universo se compone con seres y cosas. Los
primeros crean y definen a las segundas, así cada cosa es determinada por su
duración, individualidad, singularidad y autonomía esencial, integradas en
materialidad objetual.
A
estas cosas les atribuimos una significación frente a las condiciones que nos
definen como ser, otorgándoles estados referidos a nuestra propia condición, “un
colocarse ante la vida” en palabras de Husserl, por lo cual la fenomenología surge como programa
filosófico, el cual pretende estudiar el acercamiento a las cosas relacionando
la naturalidad de su observación con la creación de abstracciones filosóficas
que den explicación de su nacimiento como tales.
La
fenomenología implica traer cercana y naturalmente la cosa, pues quien observa
lo hace naturalmente, sin pretensiones, pero al momento de interpretar esta
observación, esta pierde la esencia de lo observado, pues se entretejen múltiples
relaciones entre el observador, lo observado y el contexto[1]
en el cual se da este acto, con lo cual la cosa observada ya no será descrita
por lo que es, si no por la percepción de quien observa.
Esta
percepción es afectada también por el contexto en el que se da, de allí que el
mundo debe ser comprendido no por las cosas, si no a través de ellas, somos
nosotros mismos quienes aportamos el marco de valoración que determina las
cosas que hacen nuestro mundo[2]
(El poder de la publicidad, la ideología que define una época histórica, el
estilo que impone un diseño, etc.)
Por
lo tanto, no se debe tratar de comprender al mundo por las cosas que lo
componen, si no por nuestro pensar de ellas. Son estas estructuras del pensar
las que determinan la concepción del mundo en concordancia con los conceptos
que tenemos a disposición en cada uno de los contextos en los cuales nos vemos
inmersos.
Y
en este sentido, el proyecto como producto, método y objetivo del diseño es fenómeno que demanda verlo no como la cosa
misma y sus contendidos fundacionales (color, forma, tamaño) sino como esencia,
el fluir constante de imágenes, pensamientos, percepciones que le permitieron
volverse cosa dentro del mundo, materialidad perceptible.
Que
constituye a su vez el proyecto de diseño, el cual se debe legitimar mediante
criterios que permitan generar un real diagnostico, organizando un cuerpo de
conocimientos y habilidades técnicas que deben permitir y establecer los
procedimientos para la determinación de las opciones formales (Terapias) para
que sean seleccionadas las que realmente correspondan a la configuración de la
cosa[3],
del objeto… del producto???
Y
esto solo se podría entender dentro de la fenomenología como sustrato
axiológico, en la medida en que comprendamos la relación entre los conceptos de
cultura, contexto, identidad y símbolo con las cosas que componen el mundo, que
son observables en cuya articulación se establece la antropología del proyecto
de diseño.
Así,
el diseño define su marco de acción, en la medida en que es el patrimonio
regulador de los comportamientos que dan cohesión y continuidad histórica a una
colectividad estable[4]
bajo los conceptos articulados. Sin embargo, esta estabilidad pierde sentido en
el contexto actual, ya que estamos avocados a una homogenización como masas
consumistas, en donde cohesión y continuidad histórica no existen, por la
inmediatez y relegamiento de lo históricamente simbólico. La memoria y
experiencia no son parte de este contexto.
Adicional
a ello, la belleza al ser absoluta, al ser una afirmación, no puede ser el
parámetro de definición del proyecto, así que estos se definen únicamente a
través de su consumo, están inscritos en la realidad del sistema sin mas
pretensiones que su materialidad misma, de manera tienden cada vez mas a ser
homogéneos, aunque su percepción es cada vez mas heterogénea.
Encontrando
en esta situación al proyecto convertido en el único sentido de identidad, pues
surge de la construcción racional y consciente de mensajes visuales que manifiestan
una cultura con transmisores de códigos que la integran y diferencian al mismo
tiempo.
Por tanto el
diseño se convierte en síntoma de cultura [5] y en este
sentido, debe entenderse como acto político, no puede seguir siendo neutro,
seguir siendo producto de un entusiasmo consumista o una fachada estilística[6], debe convertirse
en un pensamiento simbólico, un conocimiento cultural en donde las
características de origen sean rescatadas, redescubiertas y/o resaltadas[7].
Creando teoría
de diseño, un discurso que surja desde y para los contextos, para nuestros
contextos, los cuales poseen unas características únicas como son su
transculturalidad, simbología en tiempos sincrónicos y un mestizaje humano y
geográfico que marca las tendencias sobre las cuales se redefine la
antropología del proyecto de diseño en el contexto actual.
Así, el acto del
diseño debe basarse en la antropología cultural, en la cual se viabilizan y
reconocen los procesos de materialización, la inteligencia y la socialización
de las sociedades, marcando de este modo diferencia con el arte, pues se
entiende que el producto de este acto debe ser comprendido por el publico, no
puede ser interpretado, ya que este debe ser usado, apropiado y tal vez luego
exaltado[8].
E igualmente, se
distancia de la tecnología, en cuanto no es el como hacerlo, ni el para que
hacerlo, si no el por que debe realizarse para los contextos históricos y
culturales en los cuales se proyecta su uso, con lo cual se puede
afirmar, que es el diseño quien argumenta las configuraciones formales para el
mundo en el cual deberán ser usadas.
Logrando
una nueva forma de comprender el mundo, que relaciona lo que la filosofía
propone desde su pensar y el diseño desde el hacer, pues las cosas están
hechas, y es solo en el uso, donde pueden establecer su verdadera descripción
que permite entenderlas desde su singularidad, estableciendo una verdadera
critica que legitima al diseño como un comportamiento proyectual.
Por
lo cual, se puede definir como un rasgo netamente humano, en donde el debate se
da no en el resultado, si no en decidir que dejamos vivir o cual verdad dejamos
perder[9]
y es aquí donde una antropología del diseño se hace vital, pues hasta ahora la
teoría del diseño se centra en el producto final y no en las alternativas parciales.
Y
son en estas donde realmente se crea diseño, se construye teoría, se hace
critica y una antropología del proyecto puede hacer posible el encuentro con la
decisión en el desarrollo del proyecto, en ese pensar antes del hacer que
permite tener ese distanciamiento reflexivo donde el diseño tiene conciencia.
Con
la cual el diseño propone nuevas formas de pensar, antes que productos para un
contexto, pues es un acto proyectual creativo que conlleva una experiencia de
marginalidad, un aplazamiento de la existencia misma del objeto, pues el diseño
empíricamente hablando no es presencia, es ausencia[10].
Y
es en ella en donde se debe generar investigación que determine los
lineamientos de la contextualización del diseño, que tal vez nos lleve a
responder la siguiente pregunta: ¿Cuándo hablamos de diseño a que presencia
real nos referimos?[11],
la cual abre el debate critico que constituye la unidad de coherencia donde lo
empírico y propositivo se constituyen en teoría de diseño, no en el diseño
mismo, con lo cual la antropología del proyecto cobra toda validez, pues como
bien lo decía Castañeda[12]
refiriéndose al color, pero que como conclusión final de esta reflexión traemos
a colación: Es el elemento mas inestable, pero perenne en el diseño.
[1]
El fondo de
las imágenes de publicidad según Mallol, 1º día.
[2]
Para Husserl todos los fenómenos se encuentran en un fondo que no permite
obsérvalos nítidamente, pero se van volviendo aprehensibles en la medida en que
se aprehenden. Diccionario electrónico
de Husserl.
[3]
Interpretación
libre de Palabras de Mallol en su exposición del 1º día.
[4]
Norberto Chaves, citado por Ospina 2011.
[5]
Palabras de Horta
[6]
Palabras de Ospina
[7]
En este caso Horta, coloca al diseño
latinoamericano como un fenómeno que requiere de esta circunstancia en cuanto
que debe mostrar su forma de pensar, de crear con el intelecto de acá, que ha
encontrado conciliación con el intelecto de allá. Con lo cual se valoriza lo
construido hasta ahora, pero se debe cambiar, construyendo discurso propio de
diseño.
[8]
En este punto es interesante señalar
lo que Ospina en su conferencia hablaba sobre el producto de diseño que no esta
dentro de la cotidianidad, pero si esta en los museos como producto icono de un
autor, de un estilo….. pero no de una sociedad y por ende de una cultura.
[9]
Palabras de Mallol. 2º día
[10]
Palabras de Mallol. 3º día
[11]
Formulada por Mallol 3º día.
[12]
Palabras de Castañeda 3º día.
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