Es un articulo que pretende definir la
singularidad epistemológica del diseño, una tarea sobre la cual deben hacerse
reflexiones para lograr consensos sobre sus alcances, dominios y definiciones
que permitan que su campo académico y su campo profesional entren en sintonía.
El siguiente texto pretende contribuir en esta dirección, al aportar criterios de
relación entre la filosofía, el diseño y su investigación, por lo que se hace
necesario, por no decir obligatorio, partir de la noción gnoseológica[1]
que afirma que el universo se compone por sujetos y objetos.
[1] Para la gnoseología una parte importante es la fenomenología, que es
el estudio de los fenómenos, es decir, de la experiencia de aquello que se nos
aparece en la conciencia, estudiando la estructura de los distintos tipos de
experiencia, tales como la percepción, el pensamiento, el recuerdo, la
imaginación o el deseo.